Por: Lic. Antonela Blanco
La Terapia de Pareja Focalizada en las Emociones (TFE) fue formulada a principios de los años 80 por Susan Johnson y Leslie Greenberg como resultado de la búsqueda de intervenciones más humanísticas y menos conductuales.
Como su nombre lo indica, el foco principal de este modelo está puesto en las emociones, su significado y el rol central cumplen en la manera en que se organizan las interacciones. El terapeuta ve en la aparición de las emociones una oportunidad para reparar el vínculo, idea que también incorpora John Gottman para definir su filosofía de la terapia.
El modelo se sustenta sobre una clara base conceptual. En primer lugar, una teoría acerca del amor adulto, lo que se conoce como Procesos de apego. En segundo lugar, una explicación acerca de cómo y por qué las personas cambian. Para ello, desarrolla una síntesis entre la Terapia Humanística Experiencial y la Teoría de los Sistemas, dos modelos de tratamiento en apariencia poco conectados. Susan Johnson plantea que la «TFE es integrativa, mira en y entre”. La mirada hacia adentro (en) apunta a la experiencia subjetiva y única de cada individuo y sus respuestas emocionales vinculadas con el apego.
La mirada entre se dirige hacia la manera en que los individuos interactúan y a los circuitos que se generan entre ellos como consecuencia de esta manera de vincularse. Se produce una relación entre lo interno y lo externo, que lleva a que se evoquen y perpetúen el uno al otro.
Si las necesidades de una persona no encajan con las particularidades del otro, se desarrolla una interacción en la cual, por ejemplo, quien está insatisfecho reclama y critica, y quien siente que no cubre las expectativas del otro, evade o se aleja.
La terapia tiene dos metas. En primer lugar se intenta acceder a las emociones que subyacen a las posiciones rígidas de los cónyuges. Luego, se apunta a reprocesarlas y generar un cambio que permita que esa persona se encuentre más accesible. Se trata de construir los bloques que forjen un vínculo seguro. La segunda meta tiene como objetivo generar nuevas interacciones que redefinan la relación. De esta manera las personas pueden sentirse seguras y cómodas con el compañero.
