Tener una crisis implica experimentar la emoción de manera muy intensa, lo que lleva a tener dificultades para pensar y buscar una solución para resolver el problema o simplemente aceptarlo.
Generalmente, la cultura, la familia, los amigos, y quienes están alrededor de alguien que está pasando por una crisis, animan a la persona a cambiar las situaciones y circunstancias que causan dolor, o peor, invalidan las emociones minimizándolas e ignorándolas, o impiden la expresión emocional y todo se torna cuesta arriba.
Si nos enseñaran a aceptar la realidad y a tolerar el dolor, probablemente podríamos generar estrategias que permitieran tener conciencia de los hechos, identificar la emoción, autovalidarnos y enfrentar la realidad de manera no juiciosa.
Una de las habilidades DBT más efectivas para tolerar el malestar generado por una crisis, es la habilidad STOP (un acrónimo, donde cada letra sirve de recordatorio):
– (S) FRENÁ, quedate congelado y no actúes de manera impulsiva.
– (T) TOMÁ DISTANCIA mentalmente y/o físicamente de la situación, abstráete del problema, imaginá que sos un observador y luego RESPIRÁ, la respiración consciente te permitirá centrarte y obtener perspectiva.
– (O) OBSERVÁ qué pasa, que estás pensando, qué estás sintiendo, qué dice tu cuerpo, qué te indican tus sensaciones corporales y observá qué pasa con el otro o los otros que están interactuando con vos, qué dicen, qué hacen, cuál es su punto de vista.
– (P) PROCEDÉ EN MINDFULNESS o mente sabia y pregúntate qué es lo que querés, cuál es tu objetivo.
También puede ser útil recordar que “el dolor es parte de la vida y el sufrimiento es opcional”, lo que significa que los problemas y situaciones difíciles son parte de nuestra existencia como seres humanos y aun así también hay aspectos agradables en nuestras vidas.
Hay una gran cantidad de emociones que vamos a experimentar y estas emociones no son positivas ni negativas, son solo emociones que tenemos que aprender a reconocer, identificar y ponerles nombre para saber afrontarlas, esto significa que cuando estemos experimentando un gran dolor podemos usar estrategias para sentir este dolor sin escapar, sin aferrarnos ni luchar, solo sentir.