Por: Lic. Antonela Blanco
La redefinición es una estrategia terapéutica que produce una alteración en el modelo interno del mundo que tiene el paciente o la familia. Este modelo dirige la conducta, los sentimientos y el pensamiento. Mediante esta intervención, el terapeuta propone al consultante asignar un sentido diferente a una situación o conducta problemática.
Una reestructuración llevada a cabo con éxito deberá extraer el problema de su definición de síntoma, transformándolo en otro que no implique la imposibilidad de modificación.
En muchas ocasiones, reformulaciones aparentemente buenas no causan el efecto esperado por no estar construidas de acuerdo con el modo en que el paciente plantea su problema.
La reformulación panorámica, desarrollada por Hugo Hirsch, apunta a crear un marco general histórico en el cual los acontecimientos aportados por el paciente, muchas veces dispersos, son encadenados por el terapeuta de manera tal que necesariamente desembocan en el presente.
Al modo de los carteles indicadores para turistas, la reformulación panorámica le dice al paciente: “Usted está aquí: recorrió este camino, ésta es su situación, y éstas son las vías posibles de acción”.