El contexto actual puede generarnos diversas emociones. La ansiedad es una de ellas y lo primero que debemos saber es que es una respuesta normal ante la situación que estamos viviendo dado que nos alerta que algo anda mal y nos prepara para cuidarnos de lo amenazante.
Por momentos, la ansiedad puede volverse más intensa y por ende difícil de manejar. En un momento de ansiedad elevada, muchas personas pueden experimentar falta de aire, tensión muscular, temblor, estremecimiento, sudor, sensación de inquietud, sensación de frío, etc.
Al experimentar estas sensaciones, el malestar puede llevarnos a pensar que hay algo malo en nosotros, que no estamos haciendo las cosas bien, que podemos enloquecer o hasta morirnos. Eso vuelve a los síntomas aún más intensos y por consiguiente agrega dificultad a la situación.
Si estás experimentando estos o alguno de estos síntomas, te dejamos algunas sugerencias para que lleves a cabo.
Tomar una respiración profunda
Llevar el aire a la parte baja de nuestro abdomen. Ser conciente del aire entrando y saliendo de tu cuerpo, llevar la atención una y otra vez hacia la respiración.
Identificar la emoción
Es importante poder ponerle un nombre a lo que te pasa y ser conciente de lo que estás viviendo dado que eso aumenta la sensación de control mientras que nos posibilita expresarlo a otros para conseguir ayuda.
Utilizar el agua fría
Sumergir toda la cara en agua fría, sosteniendo la respiración. esto brinda la sensación a nuestra mente de que nos estamos sumergiendo bajo el agua. Genera que el flujo sanguíneo disminuya en los órganos no esenciales y sea redireccionado al cerebro y al corazón. Esta respuesta puede ayudar a disminuir la intensidad de la emoción.
Buscar una actividad distractora
Por ejemplo, practicar una afición, llamar a un amigo, limpiar, jugar, comer o tomar algo, leer libros, ver una película o serie, escuchar música, etc.
Recordar que los pensamientos, emociones y sensaciones no son hechos
Lo que estás sintiendo es válido y luchar contra eso es una respuesta esperable ya que querés sentirte mejor pero en general eso no es efectivo. Puede ser más útil intentar recordarnos que esto no durará para siempre y que nuestros pensamientos, emociones y sensaciones pasarán.
Si sentís que necesitas ayuda, no dudes en consultar con un profesional.
La salud mental también importa