John Gottman desarrolló un nuevo e innovador enfoque en la terapia de pareja, basando su teoría en una sólida investigación científica realizada a lo largo de cuarenta años con más de tres mil parejas en 12 estudios diferentes.
Éstos se llevaron a cabo en lo que junto con su esposa y colaboradora Julie denominaron el «Laboratorio del amor». Dentro de la Universidad de Washington, se creó un departamento equipado con todas las comodidades podrían tener las personas en sus casas o en un hotel. Las parejas participaban voluntariamente en la investigación, pasando un fin de semana en el lugar. Al mejor estilo «Gran Hermano», eran observados a través de cámaras de video que se mantenían encendidas desde la mañana hasta el anochecer.
Se les indicaba que actuaran lo más naturalmente posible, como lo harían en un fin de semana cualquiera de su vida cotidiana y por momentos se les solicitaba que hablaran desde temas banales a temas de continuo desacuerdo. Mientras todo esto sucedía, se realizaban lecturas fisiológicas, como cuán relajados o tensos se encontraban, registros del ritmo cardíaco, análisis de sangre, sudoración, presión sanguínea, etcétera. Asimismo, el equipo analizaba las conversaciones y las interacciones de los cónyuges.
Luego de años de observación e investigación, Gottman asevera que puede predecir con un 94% de exactitud si una pareja se va a separar, después de escucharlos discutir entre ellos durante solamente cinco minutos.
Gottman parte de dos ejes principales que definen el estado de una relación: (1) el grado de amistad en la pareja, (2) la forma en que los cónyuges manejan sus conflictos. Los modelos tradicionales de terapia de pareja apuntan básicamente al segundo eje. El autor descubrió que resolver los conflictos sirve de poco si no existe una sólida amistad de base que sostenga la relación. De hecho, como él mismo lo expresa, cuando se resuelven los conflictos pero no hay un afecto positivo de base, aquello que queda es un vacío.
A partir de sus investigaciones, Gottman determinó un esquema que representa los distintos niveles que componen una buena relación de pareja. Como si fuera la estructura de una casa, este esquema se erige desde los cimientos. Los niveles con la amistad en la pareja son los que aparecen en la parte inferior del esquema.
Al final, mantener una relación a flote implica confianza y compromiso en asumir un proyecto común, requiere respetar las diferencias, saber negociar y llegar a acuerdos, trabajar conjuntamente, en la misma dirección, compartir valores y un propósito que respalden las esperanzas, sueños y aspiraciones de la pareja.