La primera palabra en DBT, “dialéctica”, captura la base del tratamiento. Se trata de un enfoque-guía en el cual la realidad se entiende como una totalidad no estática, siendo su naturaleza el cambio y el proceso más que el contenido y la estructura.
Podría decirse que la dialéctica es la postura filosófica de DBT. Sugiere que dentro de la disfunción hay funcionalidad, que dentro de la distorsión hay precisión y en la destrucción se puede hallar construcción.
La dialéctica presenta estas tres creencias fundamentales:
- Todas las cosas están interconectadas.
- El cambio es constante e inevitable.
- Dos cosas que parecen opuestas pueden ser ambas ciertas.
La perspectiva dialéctica de la naturaleza de la realidad subyace a todas las intervenciones en todas las etapas del tratamiento DBT.
DBT asume que el paciente posee la sabiduría sobre su propia vida aunque a veces esta no le sea accesible.