La Terapia Breve Estratégica es un modelo de intervención, que se centra en resolver y dar soluciones a problemas complejos mediante herramientas simples, planificadas e intencionadas.
Este tipo de terapia analiza las soluciones que se han ido adoptando para resolver el problema del paciente, pero que no han funcionado. De esta manera, se puede buscar una nueva solución, que no haya sido utilizada anteriormente, y probarla.
Esta terapia tiene el objetivo de provocar una ruptura en el círculo que se produce a causa de la persistencia del problema en el paciente a pesar de que se hayan planteado distintas soluciones sin éxito.
¿En qué consiste?
Esta terapia se centra en el momento presente, ya que el pasado solamente se observa para conocer lo que no ha funcionado y plantear nuevas soluciones. El profesional no ofrece recursos al paciente, sino que le ayuda a descubrir sus propias habilidades y recursos.
En la mayoría de los casos, los cambios se empiezan a notar antes de alcanzar las 10 sesiones de terapia, de manera que el grado de sufrimiento o invalidez a la hora de pensar va disminuyendo progresivamente respecto al primer día durante estas sesiones.
Si bien la Terapia Breve Estratégica como lo indica su nombre, implica tratamientos mucho más cortos respecto a otras técnicas tradicionales, esto no significa que la Terapia Breve sea fácil. Su principal enfoque involucra cambiar de una forma de pensar lineal (causa-efecto) a uno sistémico (sistemas, subsistemas y sus interacciones), es decir, no se trata al individuo y su problema en forma aislada, sino que lo considera dentro de su contexto actual y sus interrelaciones.
Esta filosofía es la que permite a la Terapia Breve aplicarse adecuadamente tanto al tratamiento de familias, como de parejas, individuos, u otros sistemas de interacción humana. Es una terapia dinámica y flexible, en donde se identifican los problemas y la gama de posibles soluciones, de igual forma se analizan los intentos de solución pasados, para fijar metas y alcances del tratamiento y diseñar las intervenciones adecuadas a cada caso. Esto convierte al proceso de terapia en un esquema totalmente interactivo en donde se complementan las dos partes expertas: el experto en técnicas de Terapia Breve (el terapeuta) y el experto en su problemática (el paciente).
Para que la terapia resulte exitosa, es necesario definir claramente el problema que el paciente desea solucionar, es decir se debe estructurar el problema en términos de las conductas, las interacciones, y/o la comunicación implicada en el mismo, además de cuando ocurre, en dónde, con qué frecuencia, a quién le afecta el problema, desde cuando es problema, cómo lo vive cada miembro del sistema, etc. En Herder encontrarás una amplia bibliografía enfocada en este modelo de intervención estratégico auto correctivo, es decir, modificable en cada momento sobre la base de los efectos obtenidos durante el proceso de cambio. Lo que funciona, se mantiene, lo que no funciona, se cambia pues la única constante es el cambio.