La «ecoansiedad» puede definirse como un temor crónico de un cataclismo ambiental, un estrés causado por observar los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático, y preocuparse por el futuro de uno mismo, de los niños y las generaciones futuras.
Sensación de angustia, miedo y palpitaciones. Estos son algunos de los síntomas que experimentan las personas con ecoansiedad cuando hablan sobre el futuro o, simplemente, cuando piensan en él.
Estas emociones negativas se desencadenan debido a la preocupación que siente por las condiciones medioambientales. «También se conoce como ecoangustia, ecomiedo, ecoculpabilidad o, incluso, ‘duelo’ medioambiental»
Si sentís que los cambios ambientales te están causando angustia hasta el punto de interferir con tu vida diaria, puede ser una buena idea buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.
También podés encontrar útiles algunas de estas estrategias de afrontamiento.
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Tener un plan de emergencia
Si el duelo climático surge de una sensación de fatalidad inminente y de temor a qué hacer en caso de un desastre natural, podés encontrar la tranquilidad creando un plan de emergencia. Estar preparado puede ayudarte a sentir que estás controlando algunos de los aspectos que pueden manejarse en tal situación. Por ejemplo, hacer bolsas con elementos esenciales como agua embotellada, encendedores, un botiquín de primeros auxilios y ropa impermeable. Tu plan también puede incluir a dónde ir en caso de emergencia si la familia se separa. Considerar qué áreas de tu país o del planeta pueden experimentar un impacto menor a corto plazo también puede ayudar en caso de que la reubicación sea una opción.
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Centrarse en decisiones basadas en valores
Una forma de combatir los sentimientos de impotencia asociados con la forma en que se percibe la ansiedad climática es pasar a la acción. Tratá de involucrarte en programas ambientales, como iniciativas de reciclaje, limpieza de playas o defensa de regiones naturales. Descubrir lo que podés hacer a diario y educar a otros sobre estas estrategias, también puede ayudarte a concentrarte en posibles soluciones en lugar de lo que se percibe como un problema.
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Buscar apoyo
Si pensar en el cambio climático y sus posibles efectos te hace sentir ansioso, triste o asustado, considerá pedir ayuda. Conectarse con otras personas con valores y perspectivas similares puede ayudarte a sentirte menos solo. El apoyo social, en general, puede ayudar a sobrellevar situaciones dolorosas y estresantes.
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Conectar con la naturaleza
Si bien es natural sentirse abrumado por las noticias negativas y los impactos proyectados, estar en la naturaleza puede recordarte todas las características positivas que aún están ampliamente disponibles y la importancia de protegerlas. Reconectarse con ubicaciones geográficas importantes también puede brindar alivio.
Si has estado afligido por el planeta durante mucho tiempo y esto interfiere con la forma en que te relacionás con vos mismo y con los demás, hablar con un profesional de la salud mental puede ser útil.
