fbpx

Una de las escenas más desafiantes en la clínica ocurre cuando nos encontramos con consultantes que dicen claramente que no quieren cambiar. A veces niegan el problema, minimizan las consecuencias o expresan una mezcla de cansancio, miedo o desconfianza frente a la posibilidad de hacer algo distinto. En estas situaciones, es fácil que el profesional se sienta frustrado, impaciente o tentado a intervenir con fuerza para “sacudir” al otro.

La entrevista motivacional nos ofrece un camino diferente: uno que parte de la aceptación de la ambivalencia y del reconocimiento de que el deseo de cambio no siempre es explícito ni lineal. La pregunta central no es: “¿cómo hago para convencerlo?”, sino: “¿cómo puedo facilitar que esta persona se escuche a sí misma de un modo distinto?”

Conversaciones de no-cambio: cómo reconocerlas

Cuando el consultante expresa argumentos del tipo:

  • “Yo soy así, no lo voy a cambiar ahora”.
  • “No es tan grave”.
  • “Mi familia es la que tiene problema, no yo”.
  • “No sé si quiero dejarlo todavía”.

…estamos frente a un discurso de mantenimiento: frases que sostienen el estado actual de las cosas, que justifican la permanencia y que reducen el sentido de urgencia o necesidad.

Intentar desafiar ese discurso frontalmente suele generar resistencia. Pero escucharlo con profundidad, devolverlo sin juicio y acompañarlo con preguntas adecuadas puede abrir la puerta a algo nuevo.

Técnicas para facilitar el discurso de cambio

Estas son algunas herramientas que la entrevista motivacional propone para transformar una conversación de no-cambio en una conversación con potencial de cambio:

  1. Reflejar la ambivalencia

En lugar de interpretar o presionar, el terapeuta refleja ambos lados del conflicto interno.
Ejemplo:
“Por un lado, sentís que todavía no es el momento, pero por otro, estás empezando a preguntarte cuánto más vas a poder sostener esta situación”.

Este tipo de intervención normaliza el conflicto interno, lo saca del plano inconsciente y lo vuelve trabajable.

  1. Escuchar activamente el discurso de cambio

La entrevista motivacional diferencia entre lenguaje de mantenimiento (justificaciones, negaciones, dudas) y lenguaje de cambio (expresiones de deseo, necesidad, razones, capacidad o compromiso).

Cuando el consultante dice frases como:

  • “Me gustaría que las cosas fueran distintas”.
  • “Estoy cansado de esto”.
  • “Creo que en el fondo podría hacerlo, pero me da miedo”.

…el terapeuta debe reforzar y expandir esas expresiones, no pasarlas por alto.

  1. Usar preguntas evocadoras

En lugar de decirle al consultante lo que debería hacer, se lo invita a explorar su propia perspectiva:

  • ¿Qué te gustaría que fuera diferente en tu vida?
  • ¿Cuáles son las cosas que más te preocupan de seguir igual?
  • ¿Qué te motivó a venir hoy?
  • ¿Qué te ayudó a cambiar en otras etapas de tu vida?

Estas preguntas están diseñadas para activar recursos internos y valores personales que pueden convertirse en impulsores del cambio.

  1. Escalar el compromiso

Muchas veces, el cambio no empieza con una gran decisión, sino con pequeños gestos. El terapeuta puede ayudar al consultante a pasar de una idea vaga (“sé que debería cambiar”) a una intención más concreta (“podría probar dejarlo por unos días y ver cómo me siento”).

Este proceso de escalada del compromiso requiere tiempo, paciencia y confianza en que el deseo de cambio puede construirse.

Previous Next
Close
Test Caption
Test Description goes like this